Nuestras tecnologías cumplen con todos los requisitos clave: un perfil preciso de la plataforma, una calidad duradera del desguarnecido y la reintroducción dirigida del balasto limpio con una colocación exacta de la vía.
El balasto de la banqueta es excavado con una cadena rascadora sin necesidad de desmontar el emparrillado de vía. El depurado subsiguiente se realiza en una criba de grandes dimensiones y con varios niveles de cribado. Con ello se logra un balasto reprocesado de óptima calidad. La cadena de excavación también prepara la base de apoyo correcta para el nuevo lecho de balasto. El balasto limpio se reintroduce directamente detrás de la cadena de excavación. Los detritos son enviados hacia la cabecera de la máquina, donde habitualmente se cargan en una unidad tolva de carga y descarga de detritos.
La personalización correspondiente adapta la desguarnecedora de balasto a los diferentes requisitos locales y es la llave para su rentabilidad.
Solo un depurado completo en todo el ancho de la banqueta proporciona la limpieza buscada – un simple depurado de los flancos es insuficiente.
La excavación continua del material de la banqueta y la tracción de trabajo necesaria para ello requieren enormes fuerzas de accionamiento.
A las máquinas se les exige:
Nuestras depuradoras-desguarnecedoras cumplen estas exigencias de forma óptima.
Fabricamos desguarnecedoras de balasto en todos los tamaños y clases de rendimiento, con una, dos o tres instalaciones de cribado. Los equipamientos adicionales para el aporte de balasto nuevo, la limpieza específica de impurezas grasientas o pegajosas o la integración de la estabilización dinámica de vía son soluciones que amplían las posibilidades operativas de las máquinas. Además, ofrecemos sistemas para el desguarnecido de balasto sin vía, el desguarnecido de desvíos y para desguarnecidos puntuales.
Mediante una amplia gama de equipamientos opcionales se pueden ampliar las funcionalidades de las máquinas básicas para adaptarlas a los requisitos respectivos.
Muy pronto nos dimos cuenta de la necesidad de máquinas desguarnecedoras de balasto – después de las primeras pruebas a finales de los años 50, ya en 1963 entró en servicio nuestra primera desguarnecedora de balasto totalmente hidráulica, la RM 61.