Un desguarnecido del balasto es necesario, como muy tarde, cuando los encargados de mantenimiento locales constatan, que la posición de la vía ya no se puede mejorar de forma duradera mediante el bateo.
El lecho de balasto envejece prematuramente a causa de los materiales finos y la vida útil de la vía depende, en gran medida, de la calidad del lecho de balasto. A medida que aumenta la proporción de finos, el apoyo de las traviesas empeora, y con el tiempo aparecen zonas blancas en la vía. Estas son el síntoma de un balasto en avanzado estado de desgaste, en especial, cuando el drenaje de la banqueta ya no funciona y las zonas blancas se vuelven cada vez más húmedas o mojadas.
La resistencia a rotura y abrasión depende tanto del balasto utilizado como de la magnitud de las cargas soportadas. Entre estas se encuentra, sobre todo, la carga por eje, pero también el tipo de traviesa, la rigidez de la plataforma, la velocidad de la línea, etc. La trayectoria descrita en la figura debe entenderse de forma esquemática, ya que el deterioro avanzado indicado a partir de 500 millones de toneladas transportadas está sujeto a fuertes fluctuaciones locales y puede ser mayor o menor.
La evolución típica de la calidad de la posición de la vía a lo largo del tiempo se muestra en la figura que aparece más abajo. La calidad inicial es realmente buena, con una desviación estándar de unos 0,3 mm. Tras una breve fase de consolidación, durante la cual el deterioro de la posición de la vía todavía es un poco más elevado, la vía adopta una tasa de deterioro característica. Una vez alcanzados los valores límite, la posición del emparrillado de vía se restablece prácticamente a su estado inicial mediante el bateo. Con el envejecimiento progresivo del balasto aumenta la tasa de deterioro de la posición de la vía y también disminuye la durabilidad de los trabajos de bateo.
La necesidad de realizar un desguarnecido de balasto o una renovación de vía se puede deducir con objetividad a partir de un análisis temporal consecuente de la calidad de la posición de la vía y, en particular, mediante análisis fractales y la inclusión de información procedente de georradares.
Desguarnecer el balasto en el momento oportuno ahorra mucho dinero a largo plazo.
