Para poder cuantificar la geometría de vía, los carriles se representan como líneas en un espacio tridimensional; estas líneas se proyectan después en planos de dos dimensiones. En el momento en que se ha medido la geometría de vía, es necesario determinar el punto geográfico para cada medición.
Como la geometría de vía influye directamente en la marcha dinámica de un vehículo que se desplaza por la vía, es esencial efectuar una medición precisa para poder valorar la seguridad en el servicio.
Las administraciones ferroviarias y los organismos de vigilancia miden la geometría de vía de forma sistemática con el fin de detectar la reducción cualitativa de la vía e identificar los errores. Los datos sobre el estado anterior de la vía permiten a las administraciones valorar y adaptar las velocidades en función de la reducción de la calidad y optimizar la conservación de la superestructura. Los organismos de vigilancia utilizan los datos de la geometría de vía para asignar a los tramos las velocidades máximas admisibles.
Los parámetros obtenidos en las distintas mediciones deben coincidir con las correspondientes tareas: p. ej. el bateo, el saneamiento de la infraestructura, las tareas en la catenaria, el esmerilado de los desgastes ondulatorios, etc.
Plasser & Theurer ha invertido mucho trabajo de investigación, no sólo en los sistemas de medición propios, sino también en los sistemas de medición y grabación de vídeo de proveedores externos. Gracias a estos conocimientos especializados, actualmente pueden emplearse los mejores sistemas y tecnologías de medición de forma combinada para mejorar la calidad de la vía.